SIN FUTURO

Eso es lo que  nos espera: nada. Esta farsa que se empeñan en obligarnos a vivir está avocada al fracaso. Pero el mayor problema es que no nos ofrecen más alternativas que la de caer con todo el equipo.

La historia comienza justo con el comienzo del siglo. La crisis de las punto com tuvo al mundo en vilo durante un tiempo. Parecía que este gran invento llamado internet fuese a desaparecer, pero no lo hizo. ¿Por qué? Bien, porque el gobierno de Estados Unidos inyectó grandes dosis de dinero (muchos millones de dólares) para evitar que grandes empresas y bancos cerrasen después de haber invertido en aquella burbuja de las punto com. Exácto, burbuja. Lo que en palabras llanas quiere decir: "Invertimos dinero en algo que sabemos que realmente no lo vale, porque como vamos a poder venderlo bien sacaremos beneficio seguro. Y el que venga detrás que se las apañe (por no decir otra cosa)". ¿Les suena?

Las grandes empresas y bancos que fueron ayudados por el generoso Tio Sam se encontraron entonces con una gran cantidad de dinero que no dudaron en volverlo a invertir, aunque esta vez eligieron otro objetivo más material. ¿Y qué puede haber más material que el ladrillo? Asi que empezaron a conceder créditos a cualquiera para comprarse su propia casa y de paso amueblarla, cambiar de coche, irse de crucero... ¿Les suena? Seguro.

A continuación sucedió lo que todos sabemos, demasiada gente con dinero fresco conllevó a que el precio de la vivienda subiese hasta las nubes. Pero no importaba, en caso de no poder hacer frente a la deuda siempre podías vender la casa y todavía ganarías dinero. Pero no contaron con que llegaría un momento en que nadie pudiera hacer frente a su propia deuda, y claro, los bancos empezaron a tener más ladrillos que billetes. Y ahí fue cuando se pinchó la segunda burbuja. Cuando los bancos dejaron de cobrar los créditos que se habían concedido entre ellos. Créditos, claro está, que ivan destinados a más hipotécas. Y llegó la crisis.

En el primer caso, la burbuja de las punto com, los gobiernos reaccionarion fabricando dinero para que no decayera la fiesta. En el segundo caso... bueno, pues lo mismo. ¡Fabriquemos dinero! ¡No dejaremos que se hunda la economía!

En el primer caso ese mismo dinero creó una nueva burbuja (la inmoviliaria) aún más grande. En el segundo caso... pues igual. Los bancos de todo el mundo han encontrado un nuevo sitio donde invertir todo el dinero fabricado por los paises. En los propios paises, ¡comprando su deuda soberana! Pero claro, esto es un negocio señores, no pensarán que andan regalando dólares. Todo préstamo tiene su interés. Y aquí nos encontramos. Porque claro, nadie se ha parado a pensar que un gobierno deje de pagar sus cuotas. O que sean varios los que no puedan hacer frente a sus deudas. Quizá sea Estados Unidos, con tantos miles de millones de dolares invertidos. ¿Se imaginan el impago de Estados Unidos? Ya vimos lo que pasó con el de Lemanh Brothers.

Pero que nadie se asuste, los que decimos estas cosas solemos estar perturbados o locos. Todo va bien. Como hace cinco años, que nadie creía que el negocio del ladrillo se pudiese acabar. Unos locos. Todos locos. Sólo por decir que el futuro que viene tiene que ser mucho peor. ¡Qué cosas tenemos los tarados!



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