viernes, 4 de octubre de 2013

NOS ROBAN, NOS ESCLAVIZAN Y SE RIEN DE NOSOTROS

Pablo Echenique-Robba escribe desde hace tiempo artículos de opinión en eldiaro.es, y lo que hoy les dejo aquí es parte de uno de sus artículos que me ha parecido bastante interesante, aunque eso mejor júzguenlo ustedes mismos:
 
Leo en El País que el rey de Holanda (entre oropeles y en un castillo) explicó recientemente a sus conciudadanos (perdón, súbditos) que:
El paso hacia una sociedad participativa es particularmente notable en la seguridad social y en los que necesiten cuidados de larga duración. Es precisamente en esos sectores donde el clásico Estado del bienestar de la segunda mitad del siglo XX ha producido sistemas que en su forma actual ni son sostenibles ni están adaptados a las expectativas de los ciudadanos.
Es decir, que ya no llega para garantizar las redes de seguridad social, laboral y médica a las que los holandeses estaban acostumbrados, y que no queda más remedio que llevar a cabo una política de sálvese quien pueda (perdón, "sociedad participativa") si se quiere seguir manteniendo el nivel de vida... El nivel de vida, esto es, del rey y de los multimillonarios holandeses.
Para muchos de nosotros, resulta obvio lo que está pasando estos últimos años. Tan obvio que el uso de eufemismos absurdos como "sociedad participativa" nos resulta insultante. Nos confirma la fuerte sospecha de que la impunidad de los poderosos es tan grande (y tan claramente percibida como tal por ellos mismos) que no tienen ningún reparo en tratarnos como a idiotas y, posiblemente, tras sus caros portones de madera tallada, echarse unas risas a nuestra costa.
Lo más triste del todo es que (los días que uno se levanta pesimista) parece que tienen toda la razón del mundo.
Nos roban 37.000.000.0000€ a todos (unos 1.000€ por español) para tapar los desmanes de un sistema bancario que llevaba 30 años jugando a la ruleta con las hipotecas y los derivados. Sólo les cuesta 2.600.000€ convencernos de que no sólo no íbamos a perder nada con este maravilloso trato, sino que además íbamos a salir ganando. La factura del marketing también la pagamos nosotros, por supuesto, pero contentos de que sea tan poca cosa. Muchos de los directivos de las entidades que han destrozado la economía, justo antes de irse, se autoadjudican sobresueldos millonarios. Mientras tanto, las mismas entidades cierran oficinas y despiden trabajadores. Dejan a miles de familias sin casa porque ya no pueden pagar el alquiler o la hipoteca, mientras tienen pisos vacíos en sus manos que venden a la peor rapiña del sistema financiero para hacer caja. Mientras la gente se suicida, el que fue ministro de Economía durante la época de mayor ludopatía capitalista que se recuerda, y después máximo encargado de acabar de hundir la mayor y más desastrosa caja de España (responsable de muchos de los desahucios y de gran parte de los 37.000.000.000€ robados), es contratado como un delantero centro por el Banco Santander, uno de los máximos beneficiarios de este expolio de lo público. Mientras una gran parte de la población pasa penurias, las grandes empresas aumentan sus beneficios (muchas veces a costa de hacer trampas con los impuestos).
Y las encuestas dicen que votaremos a los mismos. Vamos, que nos gusta el látigo...; nos gusta tanto que hasta lo pagamos nosotros.

CON LAS CUENTAS CLARAS

¿Quién vigila a los vigilantes? En el caso de España, nadie. Es la mano izquierda quien fiscaliza a la derecha, bajo las ordenes de un mismo cerebro. Son los propios partidos quienes nombran a los miembros del Tribunal de Cuentas que examinan su contabilidad. ¿El resultado de esa dependencia casi jerárquica? A la vista está. El Tribunal de Cuentas entrega sus informes con cinco años de retraso, justo el plazo en el que prescribe el delito de financiación ilegal. Sus investigaciones nunca han encontrado ni uno solo de losgrandes escándalos de corrupción. Ni los sobres de Bárcenas, ni la Gürtel, ni el Palau, ni Nöos ni los Eres de Andalucía han sido descubiertos por este inútil órgano de control que está capturado por sus supuestos vigilados. ¿La solución? Basta con mirar al extranjero: consiste en crear organismos formados por personas realmente independientes del poder político, nombrados por mayorías cualificadas, con mandatos irrevocables y también no renovables. Es lo que hacen en Francia, donde –por ejemplo– las cuentas de la campaña del expresidente Nicolas Sarkozy han sido rechazadas; esto implica que su partido perderá gran parte de sus subvenciones oficiales. Se trata de la contabilidad de 2012. En España, no sabremos cómo fueron las cuentas de los partidos en ese año hasta 2017, con suerte. Y si aparece alguna irregularidad, no habrá tampoco una durísima sanción.


[FUENTE: eldiaro.es]

martes, 1 de octubre de 2013

BANKRUPTCY

Cuando quedaban pocas horas –menos de siete- para que se cumpliera el plazo en que entra en vigor el temido cierre del Gobierno por falta de presupuesto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, compareció durante unos momentos en la sala de prensa de la Casa Blanca para acusar a una pequeña facción de congresistas de secuestrar al Gobierno en su totalidad. Así comienza uno de los muchos artículos escritos a tenor de este terrible acontecimiento (ver noticia). Y es que el Tea Party -el ala más extremista de la derecha americana-, grupo integrado en el partido Republicano, ha chantajeado al gobierno electo con los presupuestos, intentando que el señor Obama diera marcha atrás y suspendiera una reforma sanitaria que pretende asegurar una sanidad pública para el pueblo americano, todo esto a cambio de aprobar los presupuestos generales del ejercicio que acaban de inicar. Es decir, esos acomodados empresarios e hijos de papá, con planes de pensiones privados y un seguro médico completo, han conseguido parar toda la maquinaria gubernamental por no dar su brazo a torcer, hasta tal punto que han preferido que el gobierno se declare prácticamente en bancarrota antes de que los pobres puedan acceder de alguna manera a una sanidad que, de no ser así, controlarían ellos y cobrarían bien cobrada. Para esta panda de sinvergüenzas -que es lo que son- les resulta totalmente indiferente que esta medida afecte a casi dos millones de personas. ¡Dos millones de familias! Pues 800.000 personas se han debido de quedar en sus casas hoy, despedidas, y un millón seguirá trabajando, pero eso sí, sin cobrar, porque como no hay presupuesto, no hay dinero. Esa gente debería de pensárselo bastante bien cuando salga a la calle a pasear, sobretodo si no llevan veinte guardaespaladas. Porque sabrán que gracias a ellos dos millones de personas les guardarán bastante rencor, en un país donde llevar un arma encima es legal. Espero que se lo hayan pensado bien, porque ya no hay vuelta atrás posible. Ayer Barak Obama apareció en todas las televisiones anunciando la nueva situación, viéndose obligado a pasar por ese mal trago. Al menos las encuestas le han respaldado, y la intención de voto del pueblo americano a favor de los republicanos ha caído en picado. Al menos esta gente que habla inglés parece sensata y no olvida quién es quien mira más por ellos y quién mira más por su dinero. Al menos hay esperanza, con unos mimbres así. Esperemos que pueda servir de ejemplo para el resto del mundo, para que los pueblos se den cuenta de quién los gobierna y en nombre de quién. Esperemos...


[FUENTE: elpais.com]