Ayer uno de nuestros amigotes, Olivier Blanchard, economista jefe del FMI para ser más exactos, aventuró que la crisis ésta que sufrimos todos no va a acabarse hasta, según sus propias estimaciones, el 2018 (ver noticia). Y nos explica amablemente, y sin cobrarnos, que la deuda de muchos paises europeos es demasiado alta y por lo tanto peligrosa. Supongo que se referiría a que es demasiado peligrosa para el que espera cobrarla, porque para el que paga es tan sencillo como declararse en bancarrota y santaspascuas.
En fin, que tipejos tan bien vestidos, que seguramente cobren algo más de 400 euros al mes -y al día si me aprietan-, nos cuenten historias así es para matarlos muy lentamente y con mucho dolor. Porque para descubrirnos que hay crisis y que se va a quedar para rato eso lo sabe hasta el perro del vecino. Lo que necesitamos de toda esta gente que supuestamente es tan "lista", está tan "preparada" y que cuenta con los medios necesarios para "saber" como andan las cosas por el mundo, es que propongan soluciones. Para contarnos que mañana va a salir el sol mejor que se queden en sus casas. La gente necesita, todos necesitamos, que nos digan de una p@#¬a vez que saben como arreglar el desaguisado y que no van a escatimar esfuerzos para conseguirlo. Porque cinco años después del desastre de los hermanos Lehman, creo que han tenido tiempo para analizarlo y buscar alguna alternativa que no sea sentarse a esperar a ver cuando escampa. Digo yo.
[FUENTE: cincodias.com]
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