En fin, como precedente cabe señalar, que Ucrania estaba pasando un mal momento financiero (como muchos países) y tenía necesidad urgente de dinero... La EU le ofreció miles de euros a cambio de una intervención en toda regla en sus políticas (véase el caso griego), mientras que Putin les ofrecía la misma cantidad pero sin tantas condiciones. Como es evidente el gobierno ucraniano decidió aceptar la oferta rusa y le dio la espalda de esta forma a occidente, cosa que no sentó nada bien a ciertas personas (¿Merkel? ¿Dragui? ¿Obama?). El caso es que, hace cosa de un año o algo más, al calor de la primavera árabe que explotaba en diversos países del mediterráneo, en Ucrania hubo también un movimiento organizado para derrocar al gobierno electo. El caso es que este movimiento organizado tuvo éxito, el gobierno electo tuvo que renunciar y los revolucionarios se auparon al poder. Curiosamente todos eran gente de derechas. Exactamente de la más extrema derecha, siendo algunos de sus miembros señalados como neo-nazis, Petró Poroshenko en cabeza. Nadie dijo nada, al menos en los medios principales de comunicación, aunque quien buscase información fuera de estos círculos oficiales se daría cuenta que detrás de toda esta operación se encontraban intereses europeos y americanos. ¿Razones? Pues las de siempre, imperialismo político expandiendo áreas de influencia, además de algunos yacimientos petrolíferos en la cuenca del mar caspio... (ver noticia).
A fin de cuentas, todo esto desembocó en una crisis internacional al no reconocer el gobierno ruso al nuevo gobierno ucraniano como legítimo (además del perjuicio para sus intereses con el nuevo aparato), y claro, al ser vecinos íntimos pues como que la cosa no era para tomarla a broma. Rusia amenazó con cortar el suministro de gas no solo a Ucrania, sino a toda la Unión Europea. A lo que Nosotros respondimos (si, España también) con un bloqueo a los productos rusos. Todo esto sucedió allá para el mes de febrero, en el mes de julio Rusia, en vista a que este bloqueo se perpetuaba, decidió dejar de comprar productos occidentales y claro ahora nos echamos las manos a la cabeza porque tenemos varios miles de toneladas de tomates y melocotones que deberían de ir de camino hacia Moscú y no lo están haciendo (¡madre mía que malvados son estos rusos! ¡mira que no querer comprarnos los tomates! Ver noticia). Ea, así estaba la cosa hasta ayer mismo.
El caso es que ayer debieron de tener un día aburrido por el norte porque por lo visto decidieron invadir algunos territorios ucranianos con tropas armadas. Esta acción, por supuesto, ha sido contestada con la más enérgica de las respuestas que se le ha ocurrido a la OTAN: Han emitido un comunicado exigiendo la retirada de las tropas a Rusia!!! (Ver noticia).
En fin, este asunto va para largo, desde luego. Lo que sí está claro es que nuestro gobierno decidió entrar de lleno y participar como el que más en este tinglado... total, ¡si Rajoy no tiene tomates o pepinos que vender en la estepa rusa!
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