martes, 15 de diciembre de 2015

EL ÚLTIMO DEBATE DEL BIPARTIDISMO

Ayer fuimos testigos del último debate del bipartidismo. Así lo bautizaron tanto Albert Rivera como Pablo Iglesias en el post-debate y no les faltó razón. El "cara a cara" de anoche que organizaba la academia de la televisión (prima hermana de telerajoy, lo que se venía conociendo como televisión española) fue fiel a los principios dictados desde la Moncloa. Rajoy quería un debate como los de toda la vida, cara a cara contra el líder de la oposición, excluyendo a todos los demás. Y la academia de la tele ha cumplido, y con creces. Lo que anoche pudimos ver nos retrotrajo a los viejos debates del siglo XX, hasta el decorado fue cómplice con nuestra memoria, casi podríamos haberlo visto en blanco y negro.



Se enfrentaron los dos lideres de los viejos partidos echándose en cara mutuamente la paja del ojo ajeno, como ya nos tienen acostumbrados en el congreso, solo que esta vez estaban a dos metros de distancia el uno del otro, pero el resultado fue el mismo: un debate aburrido, caótico, con un moderador que no moderaba y unos lideres que parecían más bien discípulos de los tertulianos de Sálvame, irrespetuosos, exaltados. Pudimos verlos hasta lanzandose improperios. En uno de tantos arranques del señor Sánchez llegó a llamar al candidato del PP "persona sin decencia" a lo que Mariano Rajoy le respondió, no sin torcer el gesto y sin poder evitar mostrarse nervioso, tildándolo de "ruin, mezquino y miserable". Desde luego, esto elevó el debate a un nivel nunca imaginable. Había transcurrido una hora de debate aburridísimo cuyo principal protagonista fue el "y tú más" aunque tuvieran que ir a buscar sus raíces a épocas de Aznar o González. Pero desde luego, después de ese cruce de insultos, el debate cambió. El bueno de Mariano no pudo controlar por más tiempo sus nervios y empezó a verse la verdadera cara del presidente, sobretodo ante el acoso de Sánchez martilleando con la corrupción y los recortes (muy al pesar del moderador Campo Vidal que insistía en hablar de Cataluña). Rajoy aguantó los últimos 20 minutos como buenamente pudo, ante un Pedro Sánchez que debería haber aprovechado para sentenciar el partido pero no supo.

Resumiendo: Rajoy salió del debate como el que pide tiempo en un partido de futbol, dando gracias a la Virgen de la Almudena por salir vivo ante tantos ataques. Aunque Sanchez tampoco puede sacar mucho pecho del encuentro. Atacar al presidente hablando de corrupción y recortes, eso lo hace hasta mi perrita (y eso que solo sabe ladrar!). El lider del PSOE saldría contento tras haber puesto contra las cuerdas al presidente pero muchos nos hemos quedado con ganas de más. Además del qué, también es importante el cómo, y ahí Pedro Sanchez pecó de impulsivo y prepotente, confundió la desvergüenza con el ímpetu, hasta el punto de comenzar un intercambio infantil de insultos con su adversario. De haber estado sentado en esa silla el señor Rivera o el señor Iglesias hubiéramos visto más argumentos y menos chulería. Pero bueno, es lo que hay, y Rajoy bien que lo sabía. Se presentaba al debate seguro de ganarlo, infravalorando a su adversario al que no tomaba como un gran político (que no lo es), y salió de él casi pidiendo perdón (el momento más memorable de la noche fue cuando admitió casi a regañadientes que si había recortado la prestación del desempleo "se habían modificado unas pequeñas modificaciones" después de cinco minutos interminables de insistencia por parte del señor Sánchez). 

La prensa de hoy se pregunta quién ganó el debate. Muchos señalan al lider del PSOE, en algunos señalan al lider del PP, aunque también hay diarios que recogen el verdadero sentir de la gente y marcan la opción de "ninguno". Y tienen razón, porque en el debate de ayer no ganó ni la democracia. Muchos deseamos con fervor que sea el último de su especie. Los tiempos cambian, las modas, las costumbres, y si, también la política debe cambiar, dar paso a lo nuevo y que las rancias costumbres se queden guardadas en algún cajón bajo llave para que no vuelvan a salir más. Nunca más.



5 comentarios:

  1. El debate de ayer, a diferencia de los anteriores "cara a cara" partía de una premisa falsa. El propio moderador tuvo que corregirse cuando dijo que iban a debatir dos candidaos de los cuales saldría el futuro presidente del gobierno. Eso era así hasta ahora. Ayer no estuvo presente algún cadidato que merced a futuros y extraños pactos pudiera ocupar la presidencia del gobierno. Por lo tanto, el debate quedo reducido a una confrontación del bipartidismo que agoniza y que ya representa menos del 50 % de la sociedad. Y por reducirlo aún más, al final lo único que dinamizó el debate fue el tema de la corrupción. Si hubieran ido a debatir Bárcenas y Manuel Chaves, el resultado hubiera sido parecido. La hora y media restante fué un ejercicio absurdo en el que un candidato prometía que va a hacer lo que no hizo cuando su partido gobernó, y el otro amenazaba con seguir haciendo lo que dijo que no haría hace cuatro años. Eso y unps cansinos "y tu más" y otros mas cansinos aún " eso es falso" llenaron de tedio un debate tan caduco como su moderador, convidado de piedra en un formato que a buen seguro habrá pasado a mejor vida. La Academia de la televisión necesita una mano de pintura y unas luces de led para adaptarse a los nuevos tiempos.

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  3. A mí me encantó cuando Rajoy protestaba y clamaba su honradez al decir que sus declaraciones de la Renta estaban publicadas para que todo el mundo las comprobase.
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    Ahí le faltó chispa a Sánchez para decirle: "Hombre, es que si a usted o a quien sea le dan 10.000€ en un sobre, no creo que se le ocurra meter eso en la declaración de la Renta ¿no?"
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    Mucho ruido, pocas nueces y a otra cosa mariposa.
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    Lo terrible es que es probable que Rajoy vuelva a ser Presidente, por muchas ilusiones que pongamos en "los nuevos".

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  4. El debate, sinceramente, fue aburrido e insustancial. No soporto más tiempo el "y tú más". No hay propuestas, ni medidas, ni análisis o balance de resultados.. Es triste.

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  5. El debate, sinceramente, fue aburrido e insustancial. No soporto más tiempo el "y tú más". No hay propuestas, ni medidas, ni análisis o balance de resultados.. Es triste.

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