Este tipo de noticias tienen muchas formas de analizarse y quisiera aprovechar para exponer mi humilde opinión. En primer lugar, anunciar este tipo de cosas públicamente sobre un país que lleva sufriendo unas presiones internacionales tan brutales y continuas, obligándolos a semi-esclavizar a la población para satisfacer el hambre de los mercados, me parece como poco una desvergüenza. Sugerir que después de soportar tan terrible trance deban avandonar el grupo y buscarse sus propias habichuelas, ahora que se encuentran sin gobierno y con partidos de extrema derecha e izquierda en ahuge, es toda una temeridad. Y aun suponiendo -que me parece mucho suponer- que el divorcio se llevase sin complicaciones y los extremistas dominasen sus impulsos más naturales -véan qué suposición más optimista estoy proponiendo-, me pregunto cuál sería el nuevo papel de Grecia en el contexto internacional. Viéndose privada de toda ayuda que recibía anteriormente de los fondos de cohesión, sin la red de seguridad que le daba la moneda única, con una moneda muy probablemente devaluada, si, pero con todo el aparato industrial destruído por la maldita deuda exterior. Un pueblo así, sufridor de los mayores recortes de toda Europa, ¿de dónde sacaría fuerzas para levantarse de nuevo? Esperemos que no de las armas. Esperemos.
Y esperemos que no cunda el ejemplo y nos vayan invitando -eso sí, cortésmente- a todos los malos pagadores a abandonar el grupo como con los griegos: después de haber exprimido el limón hasta la última gota.[FUENTE: eleconomista.es]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Adelante, no te cortes, ¡comenta!