
García-Margallo se lamentaba en voz alta esta mañana por la imputación de su amigo Rodrigo convirtiendose en el primero que expresaba el sentir de su partido político. Partido, no olvidemos, que prefirió no llevar el caso al parlamento porque no lo creyó necesario. He aquí la transparencia de nuestros gobernantes, que exigen a los demás lo que no son capaces de hacer ellos. Esperemos que esto no sea sólo propaganda y en verdad dejen que el poder judicial filtre responsabilidades e imponga los castigos necesarios a quien corresponda. Esperemos que no se pierdan los papeles entre amigotes y lameculos deseosos por ascender a cualquier precio. Aunque tal vez sea mucho esperar.
[FUENTES: cincodias.es / elpais.es]
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