lunes, 12 de agosto de 2013

AHÍ ESTÁ LA PUERTA DE ALCALÁ

Apareció hoy en la prensa una noticia digamos que un tanto curiosa, al menos por estos lares. La noticia trata sobre el primer ministro noruego Jens Stoltenberg, que para no perdernos haremos una pequeña biografía. Stoltenberg es el líder del Partido Laborista Noruego, primera fuerza política del país y de ideologías más cercanas a la izquierda que a la derecha. Para más inri, en las últimas elecciones del 2005 se coaliaron con el Partido de la Izquierda Socialista y el Partido del Centro. A pesar de haber sido foco de críticas hasta desde dentro de su propio partido por una serie de privatizaciones que llevó a cabo, sus políticas en general intentan favorecer a las clases más humildes. Dicho esto, que ayer apareciese un video promocional en vista a las nuevas elecciones en donde aparece el señor Stoltenberg vestido de taxista y conduciendo un taxi, con el propósito de hablar con los ciudadanos de a pie y escuchar lo que opinan, no parece tan descabellado -o sí, según se compare- (ver noticia). Digo esto último porque en este país nuestros políticos nos tienen acostumbrados a vivir perpetuamente en la época de Carlos III. Es decir, todo para el pueblo pero sin el pueblo. No hace tanto que vimos como tanto el PP como el PSOE se peleaban en todos los telediarios por ver cuál de los dos era el que más miraba por su pueblo de trabajadores. Mucho eslogan y palabras huecas, porque el tiempo ha demostrado que no eran más que eso, palabras. El final de la película ya lo sabíamos pero muchos no lo quisieron ver, o deseaban verlo mientras creían tenernos engañados. El caso es que se ha demostrado que ninguno de los dos mira más allá de sus propios intereses y del pueblo llano se acuerdan una vez cada cuatro años para pedirle su voto -y nada más-. Ya me gustaría a mí -y a muchos más- ver al señor Rajoy o al señor Rubalcaba vestidos de currelas poniendo ladrillos bajo el pleno sol de agosto, solo por escuchar lo que opinamos la gente humilde de su trabajo. Es más, me conformaría con que paseasen sin escoltas y de incognito con el ánimo de escuchar a su pueblo, porque hace mucho que dejaron de hacerlo. Ahora, por lo visto, solo tienen oídos para Alemania y a nosotros pues, como dijera una diputada popular, que nos jodan.


[FUENTE: publico.es]

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