PINOCHO FUE A PESCAR

Bueno, pues seguimos de vueltas con el caso Bárcenas, porque hoy aparecen datos en la prensa en la que se asegura que este delincuente de guante blanco siguió cobrando del PP hasta hace dos meses -y no como el que dice, sino literalmente-. Por una parte el señor Floriano, vicesecretario de no se qué por los populares, seguía insistiendo esta mañana que esos pagos no son más que el finiquito de cuando le echaron, salvo que se lo fueron pagando por partes durante tres años (ver noticia). Lo que también es cierto es que, mientras le pagaban estos supuestos plazos del finiquito, el PP también le pagaba la seguridad social. Lo cual lleva a un interrogante: ¿es posible pagar la seguridad social de una persona a la que no se tiene empleada? Al parecer, no. Por lo que muchos medios afirman que el señor Bárcenas siguió empleado por su partido hasta diciembre, y no solo eso, sino que cobrando más que la señora Cospedal o hasta nuestro ¡mismísimo presi! (ver noticia). Todo parece indicar que nos encontramos ante lo que se suele llamar un vil engaño. Otro más, por desgracia.
Mientras tanto, el señor Rajoy no ha dejado de insistir en que Rubalcaba, cabecilla de la oposición, publique también sus cobros al igual que hizo él. Y lleva así ya dos semanas, hasta que al pobre Rubalcalva se le han hinchado las ... y ha hecho públicos sus datos. No solo eso, ha reconocido cobrar bastante menos que nuestro presi cuando ocupaba su puesto, mucho menos que la mitad que éste (ver noticia). Bien, ya han desnudado sus cuentas públicamente los dos máximos dirigentes ¿y qué? ¿han aclarado algo con ésto? Lo único que están consiguiendo es distraer el foco de la atención hacia una guerra de mira cuánto cobró éste y cuánto aquél. Pero de lo importante ya se han olvidado nuestros políticos, esclarecer la supuesta corrupción...
Mientras tanto la prensa extranjera sigue a la gresca con nosotros, asombrándose como no haríamos ninguno de que nuestros políticos no tengan la decencia de dimitir cuando se ven implicados en casos de corrupción y demás chanchullos, para el resto del mundo por lo visto somos unos bichos raros que prefieren la humillación pública antes que abandonar un puesto de poder (ver noticia). Pero, ¿alguien lo dudaba?

[FUENTES: publico.es / elplural.com / eldiario.es ]