Menudo contratiempo les ha salido a los mandamáses que nos gobiernan desde Bruselas, pues el Tribunal Constitucional portugués ha declarado ilegal lo que pretendía hacer el señor Passos Coelho -primer ministro del país- por imperativo legal europeo. Porque entre varias reformas y subidas de impuestos, tenía intención de eliminar las pagas extras que debían cobrar los funcionarios y pensionistas vecinos. Y claro, los jueces pertinentes no han dudado en pararle los pies a su propio gobierno, recordándole que "es la ley la que tiene que adaptarse a la Constitución y no al contrario", según las propias palabras del señor Sousa Rivero, presidente del TC . Lo cual ha puesto al gobierno en un brete, puesto que deja en la estacada más de 1.300 millones que pretendían ahorrarse -o mejor dicho, robar- y que ahora amenazan con recortarlos de donde sea necesario, incluyendo la sanidad, educación o cualquier otro gasto social. No sea que se enfade la señora Merkel y los bancos alemanes empiecen a ponerse nerviosos (
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Justo, justo lo mismo que ocurre en nuestra quería España. Aquí nos llegan órdenes y nadie dice nada. Todo se acepta con una normalidad pasmosa mientras los que viven de forma desahogada se descojonan ante nuestra parsimonia. ¡Qué huevos! ¿Para cuándo un recorte en sueldos de eurodiputados y regulaciones duras en los beneficios de las grandes empresas? ¿No se suponía que todos eramos responsables y todos debíamos colaborar para salir adelante? Pues ya va siendo hora de que se les vea la gracia y no nos obliguen a cargar con la mierda siempre a los de siempre.
[FUENTE: eleconomista.es]
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