SI EL ESTADO ES UNA RUINA, ¿POR QUÉ SE LO VAN QUEDANDO A TROZOS?

El gobierno ataca de nuevo y, como siempre, no se anda con miramientos. Esta vez le ha tocado el turno a FOGASA (FOndo de GArantía SAlarial).
Al parecer, y siguiendo al pie de la letra su manual de actuación, están dejando que poco a poco naufrague la empresa que gestiona y vela por el trabajador en los pleitos contra las empresas que presentan ERE´s o concursos de acreedores. Saturan los despachos, donde ya hay más de 125.000 expedientes con retrasos en algunos casos de más de un año, no reponen personal cuando falta, bien por bajas o jubilaciones, cierran oficinas, y toda suerte de tropelías más que se les haya ocurrido. Como bien ha denunciado uno de los trabajadores que se han manifestado esta mañana: "Están buscando el desastre del Fogasa para justificar la privatización". Porque eso es exáctamente lo que ha anunciado la señora Báñez, ministra de empleo, que piensa hacer el gobierno para solucionar este desaguisado que ellos mismos han permitido. La medicina para todo del PP es siempre la misma: privatización (ver noticia). Eso sí, la ministra ha puntualizado que esta "externalización" solo afectará a lo más urgente, un 30% de las cargas de trabajo, y además de forma temporal. Como casi todo lo que hacen y saben que será mal recibido. Dicen que será temporal -por las graves y urgentes circunstancias- y santas pascuas. Un amigo mío hace tiempo acuñó la expresión de PPS que le va al pelo (nota. PPS = Provisional Para Siempre).
Lo saben ellos y lo sabemos nosotros. El paso más complicado en estos casos es empezar el melón de la privatización. Pero luego, una vez semi-privatizado, el añadir un poquito más ya duele menos. Hasta que lo terminen por privatizar completamente, sin prisas pero sin pausas. Unos pocos se beneficiarán de las rentas de este negocio -como siempre- mientras que el resto de los mortales seguiremos pagando religiosamente mientras se lo llevan crudo. A esto en mi pueblo se le llama robar a cara descubierta. Porque no deja de ser un mero trasvase de dinero de unas manos a otras -las del pobre a las del rico- sin más explicación que la que nos da el gobierno, es decir, ninguna.

[FUENTE: eldiario.es]